Sunday, February 7, 2010

Imágenes y controversia.


Justamente cuando yo pensaba poner aquí en el Blog un cierto par de imágenes muy específicas, que han circulado en diversos grupos contra la mutilación genital, otra de las activistas se me adelantó. Las puso ella en su blog, y fue como soltar una bomba. Hubo reacciones tremendas: gente que se ofendió, gente que dijo que jamás volvería a ésa página, gente que se sintió insultada, gran debate. Esto nos ha puesto a todos a reflexionar.

Las imágenes hacen una alusión explícita al hecho de que, en algunas ocasiones, a ciertos niveles, para cierta gente, a veces sucede que, la violencia contra los niños crea niños que son a su vez, violentos, y que devuelven a la sociedad ésa violencia de la que fueron víctimas. Ésto puede ocurrir de muchas maneras: desde adolescentes agresivos que se hacen la vida miserable unos a otros, hasta padres golpeadores o, en formas más sutiles, padres ausentes, intolerantes, nada comunicativos. En la imagen aparecía, a la izquierda, un bebé llorando al momento en que le practican un corte genital no consentido (circuncisión). Y a la derecha, un hombre adulto atacando a una mujer con un cuchillo. Y la nota al pie era la frase de Karl Menninger: "Lo que se le hace a los niños, es lo que ellos le harán a la sociedad".

Puedo entender perfectamente la furia de quienes reaccionaron. Nadie se atrevería a sugerir que todos los hombres a quienes alguna vez se les practicó una circuncisión son violentos. Nadie insinuaría que están todos ellos enojados con la vida y que atacan a las mujeres o a otros hombres. Jamás propondríamos la idea de que la circuncisión infantil es la única forma de violentar a un niño, o siquiera que siempre sea un acto igual de violento contra todos los niños. También nos damos cuenta de que muchos hombres (y mujeres) son violentos sin que necesariamente sus padres los hayan alguna vez golpeado o insultado, sin necesidad de que hayan sido víctimas de humillaciones o burlas en la escuela; o sin necesidad de que un extraño los haya asaltado físicamente con un cuchillo, ya sea en las calles o en una sala de pediatría cuando eran recién nacidos. Culturas enteras han cometido actos muy violentos (para muestra, basta la Alemania nazi), o se han enredado en guerras muy violentas (como las de China, Corea y Japón), sin que necesariamente dentro de sus costumbres haya ritos de iniciación violentos, o exigencias sociales violentas como la mutilación genital femenina en muchas partes de África.

No existe, y ésto es muy claro, un nexo absoluto y definitivo e irreversible entre el corte genital no consentido y la violencia posterior. Tal vez lo trágico sea precisamente éso; que no se puede establecer una correlación tan clara como quisiéramos entre las costumbres intrínsecamente sanguinarias cometidas contra un menor de edad, y la violencia social. Es algo muy difícil de demostrar, si se puede acaso.

En medio de la controversia yo opiné que probablemente ése furor no habría sido tan grande, si la imagen del bebé siendo circuncidado se hubiera cambiado por, no sé, tal vez la imagen de un niño siendo nalgueado o cacheteado o disciplinado con un cinturón. En casi todo el mundo es una costumbre socialmente aceptada el disciplinar a los niños recurriendo a una u otra clase de fuerza física; con diversos niveles de intensidad. No creo que todas estas formas de disciplina física sean todas malas o igual de malas. Creo que a todos nos pasó alguna u otra vez, ya sea en la casa o la escuela, y no por ello nos volvimos violentos, son actos aceptados; sin embargo mucha gente actualmente afirma detestar la idea de usar la fuerza física contra los niños, y posiblemente una imagen que vinculara explícitamente la violencia familiar con la violencia en las calles no habría causado tanto impacto. Hubo quien me desmintió incluso ahí; señalándome que en todo el mundo, al menos la violencia leve con propósitos "disciplinarios", es un derecho paterno defendido con uñas y dientes. La gente cree en los métodos disciplinarios violentos; sean buenos o malos padres, por igual.

También es claro que los padres que eligen la circuncisión para sus hijos lo hacen porque desconocen lo innecesario y dañino que es el procedimiento y creen honestamente en los supuestos "beneficios médicos", no porque lo conceptúen como un castigo.

Lo que sí debe quedar muy claro y dicho, sin hacer ninguna clase de generalizaciones ni absolutos; son dos cosas. Primera; habemos grupos, organizaciones e instituciones enteras de personas que estamos convencidas de que hacerle un corte genital a un menor de edad sin anestesia (como casi siempre se hacen), o sin anestesia suficiente, es un acto violento, que causa momentáneamente un dolor enormemente intenso. No significa que éso siempre vaya a tener la consecuencia de convertir al menor en una persona violenta. La mayoría de las personas no lo recuerdan conscientemente, lo que queda es preguntarnos qué hay en el subconsciente cuando la primera experiencia de un niño, relacionada con sus partes pudendas, es el dolor.

Y la segunda cosa es el hecho de que la circuncisión infantil, como acto violento, puede algunas veces, en algunas personas, sumarse a otras causas y actos violentos para producir una persona que, por haber conocido sólo violencia en diversas formas durante su infancia, es ella misma violenta.

Y bueno, hasta que cualquier otra cosa sea demostrada.

Éstas son las imágenes de marras.



"Lo que se hace a los niños, ellos harán a la sociedad".






Espero que su significado sea entendido ahora y no estalle una polémica tan desviada como la que una vez tuve yo con algunos parientes; cuando yo dije "a la sociedad le urge el control natal", entendiendo "control natal" como un control propio, voluntario, asumido responsablemente por la persona misma, y ellos entendieron control natal gubernamental, llamándome cosas tan duras como "fascista" o "creyente en la eugenesia". No hay que entender cosas que no. Sólo ver el mensaje que tratamos de transmitir, que es esencialmente un rechazo universal a cualquier clase de violencia. Porque la primera imagen debería causarnos tanto rechazo como la segunda.

2 comments:

  1. Corea es un mal ejemplo: a los surcoreanos los circuncidan más seguido incluso que a los musulmanes. Y a diferencia de estos últimos, los coreanos la hacen a los doce años.

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  2. Sí, precisamente. Corea es un buen ejemplo porque, a pesar de que los niños coreanos son TODOS circuncidados (y lo cual está mal), pero ahí no se trata de un rito violento y doloroso. A los niños coreanos se las hacen en hospitales, bajo anestesia general. Insisto: ¡no es que éso esté bien!... pero es muy diferente que con los niños musulmanes, que se les hace sin anestesia ni nada, por lo tanto es un acto aún más violento.

    Además, en Corea no se adoptó la circuncisión sino hasta el siglo XIX. Al mencionar a Corea y sus guerras, yo me refería a las guerras en siglos anteriores. Ahí la circuncisión masculina es un fenómeno relativamente nuevo, y además, 100% importado de los Estados Unidos.

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